Todo
ocurrió un 22 de junio, 2007, un día que
a todos les encanta, menos a mí.
*Flashback*
‘’Ring’’. El odiado ‘’ring’’ de todas las mañanas.
Pero hoy es un día especial. Es el último día de curso. Me levanto sonriendo, y
me dispongo a vestirme y peinarme, para
bajar a desayunar.
Salvo
los dos últimos escalones de un pequeño saltito, y meto la tostada en el
tostador. El ‘’chack!’’ de la tostadora hace que me sobresalte, y que empiece a
prepararme la tostada. Mantequilla y mermelada de naranja.
De
pronto, mi madre irrumpe en la cocina con un papel arrugado en la mano y un
evidente gesto de enfado.
-¿¡Sé
puede saber que es esto!?-Me grita.
-Ma-mamá,
e-eso es el…-Musito avergonzada mirando al suelo.
-Se
perfectamente lo que es, Violeta. ¿Desde cuando suspendes los exámenes de
naturales?-Exige saber.
-Este
ha sido el único suspenso del curso mamá, lo prometo-Asegure.
-Me
da igual, este examen es de hace dos semanas, y no me lo habías contado.
Castigada sin salir dos semanas, y se acabo lo de irte dos semanas con Harry y
Susan a su casa de playa- Gritó.
-¡Eres
la peor madre del mundo!¡Te odio!- Dije llorando-¡Estaría mejor en un orfanato,
así por lo menos no tendría que aguantar esto!-Grite. Salí de la cocina
corriendo, no quería ver la reacción de mi madre, no quería pedirle perdón.
Cogí mi mochila y salí de casa dando un portazo, y llorando.
Al salir, me
estaban esperando Harry y Susan en la puerta. Me miraron con gesto
evidentemente preocupado.
-¿Estás bien?- Preguntó Susan,
abrazándome. Sabían que odiaba discutir con mi madre, y que a pesar de eso lo
hacía todos los días.
-¿Pero no le ves? Está
llorando. ¿Quiéres que entremos contigo
a hablar con tu madre?-Me preguntó Harry.
-No –Dije, secándome las lágrimas.-
Prefiero hablar con ella al volver del instituto, cuando estemos las dos un
poco más calmadas- Aseguré, para convencerles.
-Vale, si estas segura vámonos. No
quiero llegar tarde, además tu madre sale para irse a trabajar en unos minutos- Me
recordó Susan.
-Seguro que te perdona, es tu madre
–Me susurró Harry. No estaba convencida, me había pasado. Pero aun así, asentí
con la cabeza. Nos levantamos del bordillo, para después encaminarnos hacia el instituto.
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