-Blablablablablablablablabla…-Dice
la nuestra tutora a última hora.
‘’Riiiiiiinggg’’Al
fin. El sonido de la salvación. Tengo muchísimas ganas de volver a casa para
pedirle perdón a mi madre, tengo la conciencia muy machacada.
-Y no olvidéis traer mañana el
blablablabla…-Insiste, mientras salimos de clase. Esta es pesada con ganas.
El camino a casa se me hace muy
corto. Harry y Susan no paran de decirme que no corra, que no hay prisa. Susan
se para en su casa, y nos dice adiós con la mano. Harry y yo correspondemos a
la despedida, y seguimos andando. En cinco metros cruzaremos la esquina para
entrar en nuestra calle, quedan unos diez segundos para que mi vida cambie para
siempre. Al cruzar la esquina, mi vida entera se derrumba. Mi casa no está.
Donde debería estar solo hay un suelo negro llenos de escombros.
*Fin del flashback*
Noto como las lágrimas caen por mis
mejillas. Recuerdo como aparecí tres días después en un hospital, como me
dijeron de una forma un tanto fría que me había quedado sin familia. Me acuerdo
también de cómo vino mi tío Robert a decirme que me tenía que mudar. Que tenía
que dejar lo poco que me quedaba para irme con el, a este pequeño pueblo a las
afueras de Liverpool. Tendría que dejar a Susan y a Harry. Lo único que me
quedaba.
*Flashback*
Dos semanas
después:
-¿De verdad te vas?-Susurro Harry,
mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
-Si-Dije, quitándole las lágrimas
con un dedo- Te voy a echar muchísimo de menos. No se si lo voy a poder
aguantar- Dije, rompiendo a llorar de nuevo.
-Te prometo que
no estarás sola. Nunca estarás sola.-Susurro. Podrás hablar conmigo, siempre
que quieras. Siempre estaré ahí.-Intentó consolarme.
-No será lo mismo. Y-yo no se si
podré vivir sin ti y tus abrazos, y sin Susan y sus palabras. Harry, no puedo.
Y encima le dio una depresión po-por l-lo de-No pude continuar. Me estaba
ahogando en mis propias lágrimas.
-Podrás.-Dijo convencido-Lo de Susan
no es tu culpa. Es porque te vas. Y por…-Creo que no continuó por miedo a mi
reacción.
-Porque estaba enamorada de mi
hermano. Lo sé.-Dije. Me sorprendió mucho ser capaz de nombrar a mi
hermano.-Pero es culpa mía. Si no hubiera discutido con mi madre a lo
mejor…-Intentaba proseguir, sin éxito.
-Sabes tan bien como yo que eso no
tiene nada que ver- Susurro, mientras me abrazaba.
Mi tío, tan inoportuno como siempre,
empezó a pitar para que me subiese al coche.
-Adiós Harry, no pienso dejar de ser
tu amiga. Haré todo lo posible y más para seguir en contacto contigo- Las
lágrimas no me dejaban continuar.
-Hey, no llores, nunca estarás sola.
Volveremos a por ti.-Me dijo, mientras me abrazaba. Probablemente su último
abrazo. Ese pensamiento me hizo llorar aún más.-Por favor, no llores. Llevas
dos semanas llorando, no vuelvas a llorar nunca más.
-Va-vale,
adiós. Te echaré de menos.
-Yo también a ti. Recuerda: las
princesas como tu no deben llorar. Nunca. Prométeme que no lloraras más.- Susurro, abrazándome.
Después de despedirnos, me subí al
coche. Dijera lo que dijese Harry, sabía que nada nunca sería igual.
*Fin del flashback*
Mientras acababa de fregar el charco
que había hecho en mi habitación, las lágrimas seguían saliendo de mis ojos, y
surcando mis mejillas. Para colmo, iba a llegar tarde. Ese era el pensamiento
más positivo que tuve en todo el día.
Vale Harry, no cumplí mi promesa. He derramado tantas
lágrimas que no se como no se acabaron ya. Pero tú tampoco cumpliste la tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario