martes, 30 de octubre de 2012

Capítulo 10

                         

- ¿Me vas a obligar a decírtelo?- pregunta.

            - Si.- respondo mirándole a los ojos.

            Harry toma aire y continúa.

            -¿Te acuerdas de Richard?

            Mi cerebro procesa el nombre. Muchos Richards. Richards de Holmes Chapel… solo uno.

            -¿Richard Handerson? ¿El que cuando éramos pequeños nos tiraba arena a Susan y a mi a la cabeza, y tú le pegabas con la pala? Inolvidable- bufo- ¿Pero que tiene que ver…?- Pregunto.

            - Todo- musita interrumpiéndome.- Justo el día antes de ‘’el primer aniversario’’ nos llamó, a mi y a Susan.  Nos pregunto si nos atrevíamos a entrar en una apuesta. Me propuso no hablarte en todo un día, y tenía que ser el día del aniversario.  Susan tiró de mí para irnos, pero no le hice caso. Estaba un poco trastocado. No sabía porque alguien nos podía decir una cosa tan tremendamente estúpida. Rechacé la apuesta. Amenazó con pegarle una paliza a Susan. No lo quería creer, ella misma me dijo que no lo hiciera, pero se había puesto blanca. Verás, el año después de que te fueras, Richard se fue con unos ‘amigos’ nuevos, por decirlo así. ‘Pegaban’ a todo el que no hacía lo que ellos querían. Mucha gente acabó en el hospital. En ese momento no sabía que hacer. Opté por la opción cobarde, decirle que si. Susan lo pasó peor que yo, cree que todo esto ha sido por su culpa. Por eso se inventó lo de mi tío. He conseguido convencerla de que no es su culpa.- se apresura a decir, viendo que voy a saltar-.

            - Harry, yo… lo siento- musito.-No te escuché. Aun pensando que era lo de tu tío lo deje pasar. Soy horrible. Me odio a mi misma por haberte abandonado completamente, cuando lo hiciste todo por Susan. ¿Pero por qué no volviste a hablarme después?- eso era una duda que tenía que solucionar.

            - Pues… porque creía que lo mejor para ti era separarte de mí.- susurra.- Y bueno… ¿me perdonas?

            - Solo si me perdonas tú a mi- Sonrío.

            - Hecho. Aunque no se de qué te tengo que perdonar.

            Y  nos fundimos en un abrazo. Este es nuestro primer abrazo verdadero en mucho tiempo. Los echaba de menos. Dura unos diez minutos. Después, lentamente, nos separamos. Es completamente de noche. Harry me indica con un gesto que baje detrás suya. Me da la mano, y bajo el último tramo de un saltito. Andamos unos diez metros y me paro en seco. Siento como si mi corazón se olvidase de latir. Justo detrás de un árbol hay alguien completamente quieto, observándonos. Apenas se ve, es como una sombra.

            Grito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario