-Creo que te debería acompañar a casa, va
a ser noche cerrada de un momento a otro y no quiero que te maten por mi culpa-
Susurró.
- Vale.- Musité de muy mala gana.
Llevaba cinco años sin un abrazo de Harry, las broncas de mi tío me daban
igual.
Me ayudó a levantarme y empezamos a
caminar hacia mi casa.
-Y… ¿Sabes que tal está Susan? La
veo por webcam y eso, pero… No es lo mismo- Murmuré.
-
Está bien, viene la semana que viene.
-¿De verdad?- Pregunto emocionada.
Cinco años sin verlos y ahora… Puáf.
- Si, de verdad. La llamaré esta
noche para decirle que aceptas mi presencia- me miró- Pero de todas formas ella
iba a venir. Me dijo que te lo dijera.
-¿Y cómo has encontrado tiempo?
Quiero decir, ahora eres famoso.- Pregunté, mirando al suelo. Violeta, para ya.
Deberías alegrarte por él, además, ahora esta aquí.
Soltó una carcajada, y le miré
incrédula.
-Lo siento, me has pillado
desprevenido. Pues estaré dos meses o así, porque después empieza la gira
europea- Sonrió.
- Ah. ¿Y que tal lo de ser famoso?-
¿Sólo dos meses? ¿Y después que, todo volverá a ser como antes?
Hacer esa pregunta fue una buena
idea, porque noté como se encendían sus ojos y se iluminaba su cara, donde
apareció también una sonrisa.
-Pues… Genial. Si
quieres un día te presento a los chicos.
Noto como, sin querer, mi nariz se
arruga. No estoy segura de querer conocerles.
Si viniesen aquí, a este mini pueblo, sería una locura. Hay muchas que
serían capaces de colarse por la ventana con tal de tocar a Harry, o
simplemente gritarle a la cara. Es una persona, y por mucho que pasemos siempre
será mi mejor amigo, y no pienso permitir que unas locas gritonas arruinen su
estancia aquí, para que no pueda volver nunca más.
- Vale, cuando quieras. Pero será
una locura, y seguro que lo sabes- Sonreí, con mi típica ‘’sonrisa falsa’’.
- Sabemos pasar desapercibidos-
Sonrió.
- Ya, pero es que…- No estaba del
todo convencida.
-
¿No te gusta la banda?
No entiendo como a alguien se le
puede ocurrir eso. ¿Cómo no va a gustarme la banda en la que está mi mejor
amigo?
- No es eso. Es simplemente que no se
como reaccionaré al conocer a las personas por las que me cambiaste.- Mierda.
Acabo de pensar en voz alta, otra vez. Y, aunque estemos en la oscuridad, noto
cómo los ojos de Harry se humedecen.
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