Esta vez, el sueño es distinto al de todas las
noches. Voy en una pequeña balsa de madera por un túnel oscuro, y aparece una
puerta. Escucho una voz, que proviene de algun lugar tras la puerta. No. Esa
voz no, por favor. Violeta Applewhite, no abras esa puerta. Ni se te ocurra;
intento fallido. La curiosidad puede conmigo, y la abro. Otra vez no. Pero esta
vez no aparto la mirada de sus ojos, esos ojos verdes que llevaban cinco años
sin aparecer en mis sueños.
Me despierto sobresaltada, no recuerdo nada.
-‘’¿Tan poca capacidad tengo que no puedo recordar mis
sueños?’’-Pienso irritada. Lo odio. Odio levantarme con la cara bañada en
lágrimas sin saber porque. Y, últimamente, eso me pasa
muy a menudo. Aunque, el porque de eso, si lo sé.
Dentro de tres días
hará cinco años que mi vida cambió radicalmente, y no para bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario