sábado, 13 de octubre de 2012

Capítulo 5


Me siento en el suelo, aterrada. No, no, y no. No puede ser. Es increíble. Pero en el mal sentido. Sé que ha pasado mucho tiempo y que debería haberlo superado, pero no lo he hecho. Ni siquiera lo intenté. Me limité a llorar y a desahogarme, pero no a pensar soluciones.

 

            -Pues es- Musita, sentándose enfrente mía.

            -¿Qué haces aquí?- Pregunto, mientras las lágrimas acuden a mis ojos sin que nadie las llame. Otra vez. Me tiembla la voz.

            -Por favor, no llores.

            -¿Cómo quieres que no llore? Cuatro años, Harry, cuatro años.- Respondo. No se como lo hago, pero me estoy ahogando en mis propias lágrimas.- Y, por favor, respóndeme.

            -He venido a arreglar las cosas.

            -¿No crees que es un poco tarde para eso?- Me estoy pasando, lo sé. Pero le quiero demasiado como para dejarle que vuelva a estar en mi vida. Es un contrasentido, lo sé. Pero últimamente soy una persona horrible, y no quiero hacerle daño a nadie más. Y muchísimo menos a Harry. No le voy a dejar que se quede aquí.

            -¿Violeta, que te ha pasado?-Susurró desconcertado- Tu no eras así.

            - He cambiado, Harry. He cambiado. Ya no soy la niña estúpida con la que podíais hacer lo que os diera la gana, no. No volveré a fiarme de nadie, ni siquiera de ti o Susan. Ahora, si no te importa, vete.- Lo he conseguido. Al fin y al cabo no soy tan terrible mintiendo.

            - Mírame a los ojos y dime que quieres que me vaya. Si lo haces, me montaré en el coche, me iré y no volveré a molestarte nunca. Pero hazlo.- Eso ya iba a ser más difícil. Lo de antes lo dije sin mirarle a los ojos; e aquí la explicación de que pudiese hacerlo.

            Me sequé las lágrimas con el torso de la mano, y me dispuse a hacer lo que me decía.

            Completamente imposible.

            -Cuando quieras- Susurro Harry, con los ojos llenos empañados. No. ¿Cómo puedo ser tan horrible? No puedo mentirle de esa forma, ver cómo se va completamente destrozado y no hacer nada.

            -No puedo.

 Eso no era lo que tenía que decir. Solo tenía que decir un simple ‘’vete’’. De pronto, siento como si algo se desgarrase en mi interior, como si cuatro años de dudas, tristeza, soledad, culpabilidad y depresión explotasen. Cuatro años completamente sola, sin poder contarle a nadie por lo que estaba pasando, por miedo a preocuparles. Cuatro años de completa angustia explotan dentro de mí. Salen al exterior en forma de lágrimas. Parezco una fuente.

-Me puedo ir si quieres, pero por favor, deja ya de llorar.

- No Harry, no te vayas, por favor- Soy horrible. No tenía que haber dicho eso. Pero ya no hay marcha atrás.

 

Me abraza.                                                           

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